La tundra ártica se encuentra en las regiones polares, principalmente en el hemisferio norte de la Tierra, abarcando áreas como Siberia, Alaska, Islandia, el sur de Groenlandia, el norte de Canadá y Europa, que incluye Rusia y Escandinavia.
Permafrost y Capa Activa
Una de las características más notables de las tundras árticas es la ausencia casi completa de árboles. Las condiciones climáticas extremas, como las temperaturas frías y los suelos permanentemente congelados, hacen que el crecimiento de árboles sea prácticamente imposible.
La capa de nieve que alcanzamos a ver con nuestros ojos, de unos 10 o 15 centímetros de espesor, es conocida como la capa activa. Bajo esta capa se encuentra el permafrost, una mezcla de tierra, rocas y arena unidas por el hielo que permanece congelada durante todo el año, tanto en invierno como en verano.
La capa superior del permafrost, conocida como capa activa, experimenta ciclos de congelación y descongelación a lo largo de las estaciones. La supervivencia de las plantas depende de la presencia de una capa activa que permita el crecimiento de sus raíces y el acceso al agua que necesitan para sobrevivir.
Durante el verano, cuando llegan los meses más cálidos y la temperatura supera los 0˚C, la capa activa que cubre el permafrost tiende a derretirse ligeramente, transformando los paisajes en terrenos empapados donde surgen humedales, ciénagas, marismas, pantanos y pequeños lagos. En estos entornos, también emerge una variedad de flora que sirve de alimento para la fauna local. Con la llegada de los meses más fríos y el descenso de las temperaturas, esta capa activa vuelve a cubrirse de nieve.
Estaciones del Año
En los polos, predominan dos estaciones principales: el invierno y el verano. Estas estaciones extremas están marcadas por cambios significativos en las temperaturas y en la cantidad de luz solar debido a la inclinación de la Tierra. Durante el invierno, la región polar está inclinada lejos del sol, lo que resulta en días más cortos y oscuros con temperaturas frías. En contraste, durante el verano, la inclinación de la Tierra permite que la región polar esté más expuesta a la luz solar, lo que resulta en días más largos y cálidos.
En la región del Tundra ártico, el fenómeno del sol de medianoche ocurre durante el verano, típicamente desde finales de mayo hasta finales de julio, cuando el sol no se pone completamente bajo el horizonte durante un período prolongado. La duración del sol de medianoche varía según la latitud exacta en la que te encuentres dentro del círculo polar ártico, pero puede durar desde unos pocos días hasta varios meses. Por lo tanto, la temporada de crecimiento dura apenas entre 50 y 60 días, cuando el sol brilla hasta 24 horas al día.
En cuanto a la noche polar, que ocurre durante el invierno, generalmente desde finales de noviembre hasta finales de enero, el sol permanece por debajo del horizonte durante un período prolongado, a veces durante varios meses. Durante este tiempo, la región experimenta oscuridad continua. Al igual que con el sol de medianoche, la duración de la noche polar depende de la latitud específica, pero generalmente dura varios días o meses.
Debido a su altitud y la proximidad a los polos, el clima de la tundra se mantendrá bajo cero durante la mayor parte de todas las estaciones del año, alrededor de 6 a 10 meses.
Durante el verano, las temperaturas no superan los 10 °C. En los meses de invierno, las temperaturas promedio son de -15 °C.
Flora y Fauna
En verano podemos encontrar algunas flores y vegetación, pero en invierno, toda la superficie está cubierta por nieve.
Las precipitaciones en las tundras árticas son escasas en comparación con otras regiones, y la mayor parte de la precipitación cae en forma de nieve durante el invierno y lluvia ligera durante el verano.
Si la tundra es menos fría (tundra baja) predomina el pastizal y matorral, y si es más fría (tundra alta) predominan los musgos y líquenes.
En los paisajes de la tundra, la ausencia de árboles se debe a que las raíces no pueden perforar la capa de permafrost.
Durante la época en la que florecen muchas plantas, llegan las aves migratorias y se puede apreciar parte de la fauna propia de este bioma en busca de alimento y hogar.
El verano también es una estación dedicada a la reproducción. Organismos de todo tipo, desde los insectos más pequeños hasta los animales más grandes, aprovechan esta época para buscar pareja.
Los insectos de la tundra, aunque con menor diversidad de especies en comparación con otros biomas, presentan adaptaciones únicas. Dependiendo de la especie, los insectos pueden invernar como adulto o en alguno de sus estados inmaduros (huevos, ninfas, larvas o pupas). Además, para escapar de las inclemencias ambientales, muchos se refugian en el suelo, bajo piedras o bien en capullos.
Muchos animales hibernan durante el invierno porque la comida no es abundante. Otra alternativa es migrar hacia el sur en invierno, como lo hacen las aves. Por ejemplo, algunas especies habitan esa región durante todo el año, como los zorros, liebres y búhos árticos. Otras, como los caribús y las aves acuáticas, son migratorias y se trasladan hacia los bosques del sur para pasar el invierno.
En la tundra se pueden encontrar muchos insectos y otros artrópodos. Sus ciclos de vida difieren, en términos de tiempo, de los de sus contrapartes del sur, ya que estas especies se enfrentan a veranos muy cortos. Su etapa larvaria tiende a ser mucho más larga y su edad adulta tiende a ser más corta. Las larvas de los insectos de la tundra deben poder sobrevivir a la congelación en temperaturas muy bajas durante períodos prolongados de tiempo.
La fauna de la tundra ha evolucionado para adaptarse a las duras condiciones climáticas y frías. Estos animales están equipados con capas gruesas de grasa debajo de su piel y un pelaje largo y denso. En ocasiones, su pelaje es blanco para camuflarse en la nieve y evitar a los depredadores.
Cada uno de ellos posee particularidades que facilitan su vida en la tundra. Por ejemplo, el Zorro ártico duplica su pelaje y cambia de color, proporcionándole abrigo y camuflaje en la nieve.
Además, algunos construyen túneles en el suelo o nieve para protegerse.
Los reptiles y anfibios son pocos o están ausentes debido a las temperaturas extremadamente frías.
Por otra parte, en la tundra ártica no hay pingüinos. Los pingüinos son aves que se encuentran principalmente en el hemisferio sur, especialmente en lugares como la Antártida y las islas subantárticas. En el Ártico, en cambio, se pueden encontrar aves como los araos, pero no pingüinos.
Los animales más comunes en la tundra incluyen liebres árticas, lobos grises, zorros árticos, halcones, osos polares, renos, bueyes almizcleros y diversas especies de aves. En las regiones costeras o cerca del mar, también podemos encontrar lobos marinos y diferentes tipos de focas.